TUNING: PASION Y CREATIVIDAD

Unas 10 mil personas pasaron por la exhibición realizada en el Patio de la Madera

Sesenta vehículos personalizados deleitaron a unas 10 mil personas en la muestra Pisteros Tuning Show realizada el fin de semana en el Patio de la Madera. Con sello exclusivo, sus dueños mostraron cómo montar un boliche sobre cuatro ruedas o armar un espacio de diversión con grandes pantallas de DVD y Play Station.

Autos, camionetas, utilitarios y hasta motos con estéreo llegaron desde distintos puntos de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba para sorprender al público, mayormente joven, con excentricidades como la de un Fiat 600 con dos peces en sus ópticas delanteras.

“El tuning tuvo un crecimiento muy grande en los últimos años. Ahora la gente se arriesga a reformas más extremas”, aseguró Christian Salegari, director de Pisteros Group, organizadora de la muestra.

El trabajo de Claudio Medina de Villa Gobernador Gálvez se pudo ver en un Chevrolet 230 importado modelo 77 que reformó a pedido de un amigo: “Fue para el cumpleaños de 15 de su hija; llegó a la fiesta sentada dentro del baúl, con la música a todo volumen”.

Medina también cubrió de parlantes una 4x4 Toyota. “El dueño la sacó de la concesionaria y me pidió que en 15 días la armara para la expo. Tiene una pantalla de plasma de 17 pulgadas, dos más en los apoya cabezas, reproductor de DVD y un equipo de audio muy potente, costó 18 mil pesos”.

“La mayoría de los vehículos participan de competencias donde se evalúa la estética interior y exterior, aunque últimamente se le da importancia a la modificación de motor y potencia”, remarcó Salegari y agregó: “Los dueños por lo general son jóvenes, aunque algunos pasan los 40”.

“Es como cualquier hobby: empiezan cambiando una llanta o un escape y al final terminan modificando completamente el vehículo e invirtiendo hasta el doble de su precio original. Están hechos a gusto de sus dueños y si los venden nunca recuperan el tiempo y dinero invertidos”, agregó.

La familia Moreno es de Rosario pero recorre miles de kilómetros para participar de competencias de retrotuning con su Ford F 100 de 1967 que tiene un original look y una verdadera discoteca en su caja. “Es todo trabajo artesanal, lo hacemos en mi casa con mis viejos desde hace cuatro años. Si te pones a pensar cuánto gastas y el tiempo que te lleva, no lo hacés”, aseguró Matías.

Las miradas también se centraron en una cupé Mustang negra V6 modelo 2000 con puertas que se abren hacia arriba. Llegó de Estados Unidos hace dos meses. “Le pedí a mi hermano que me la tuneara y la mandara en barco”, dijo su dueño, el arroyense Julio Cesar Barton.

También preparó un Honda Civic 95 con muchas reformas en su chasis, pintura especial, suspensión neumática y DVD cuyo diseño le valió la tapa de la última revista Pisteros.com. “Me costó 32 mil pesos en accesorios y 20 mil de mano de obra”, confesó.
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