Es el tuning. Uno de los pasatiempos más apasionantes y costosos.
“El tuning en realidad es la modificación de carros al extremo”, comentó Mauricio Hernández, tunero.
Plasmar en el auto la personalidad y los gustos del dueño es el reto.
“Es un gusto de mi esposa, a mi esposa le gustan las ranas y por ella trae las ranas”, dijo Carlos Díaz, tunero.
Una vez iniciada la modificación de un auto, dicen, es casi imposible detenerse.
“Un carro se empieza modificando desde tus rines, después nos vamos con lo que son facias para empezarlo a hacer más agresivo”, expresó Mauricio.
Después de los rines y las facias se puede por ejemplo, reducir la altura del auto para que luzca más deportivo, sin embargo es necesario saber lo que se hace para no dañar su funcionamiento.
“Pueden cortar resortes, que no es bueno porque se friegan las suspensiones, entonces hay suspensiones especiales para poder bajar los vehículos”, manifestó Mauricio.
Hacer convertible un auto que no lo era, o convertir el vehículo en una discoteca ambulante, en el tuning todo es posible. También se pueden hacer modificaciones al motor y transformarlos en modelos turbo o que incluso funcionan con nitrógeno líqudo para incrementar su potencia.
Entre las modificaciones más populares se encuentran las puertas alas de gaviota que abren hacia arriba, igual que un Lamborghini, uno de los mejores autos que existen.
“Las puertas son ala de gaviota, son puertas rasuradas. Trae unos costados de fibra de vidrio tipo Porsche con dos alerones traseros”, agregó Díaz.
Con la ayuda de la fibra de vidrio se puede cambiar completamente la fisonomía de un carro.
“Un cofre simulando una toma de aire de fibra de vidrio con abertura hacia enfrente que le llaman suicida”, declaró Carlos Díaz
En el Tuning existen categorías como ultimate, que engloba a los autos más espectaculares. Street, vehículos con modificaciones menos llamativas y car audio, carros en los que se invierten muchos miles de pesos sobre todo en equipo de video, audio y luces.
Pero en ocasiones lo que se quiere no se puede comprar en ningún lado, entonces hay que fabricarlo a la medida.
“Se le hicieron alerones artesanales los cuales no se venden todavía en el mercado. Prácticamente es con las puras manos, sacando moldes desde un trozo de unicel”, indicó Mauricio Hernández.
Un auto puede sufrir un sinfín de modificaciones cuyos únicos límites son la imaginación y el tamaño de la cuenta de banco.
Fuente
martes, 19 de agosto de 2008
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