miércoles, 7 de enero de 2009
Chevrolet Captiva
Chevrolet jugó su carta a fines de 2007, presentando la Captiva diesel, y desde un primer momento el producto gustó, aunque el precio fue un escollo que siempre se interpuso en su camino hacia los consumidores. La versión naftera –la que nos ocupa en este momento- se sumó a mediados de 2008, convirtiéndose en la más económica y de esta manera acercándose a consumidores que al momento del lanzamiento de las versiones diesel estaban imposibilitados de evaluar su compra.
El diseño exterior de la Chevrolet Captiva es uno de sus puntos más altos. Es, sencillamente, inobjetable, y obliga a evaluar su compra si lo que se busca es un SUV. Su aspecto es equilibrado pese a su volumen y su “cintura” alta, y el diseño de las ventanas, la trompa y la cola le otorgan un un perfil agresivo y deportivo. Pese a sus formas y a estar equipada con el sistema “All Wheel Drive on Demand” -que activa la tracción en las ruedas traseras cuando la de las delanteras se muestra insuficiente- lo mejor que tiene la Captiva es su accionar cotidiano. En ruta o autopista su andar es aplomado y ágil, lo que transforma cualquier viaje en una experiencia placentera. En ciudad se comporta de manera tal que hace olvidar que se trata de un vehículo de 2.255 kilogramos.
Para quienes gustan del manejo off road hay que decir que la Captiva es capaz de responder ante ciertas requisitorias, gracias a su sistema “All Wheel Drive on Demand”, altura y potencia de motor, aunque no está netamente enfocada a ese uso y no se trata de una ”verdadera” 4x4.
El interior se muestra en sintonía con el exterior. Gusta tanto como desde afuera, gracias a su diseño, calidad de materiales y detalles color metal y simil aluminio.
Chevrolet Captiva LT 2.4. Motor de 4 cilindros en línea, de disposición transversal. 16 válvulas. DOHC y transmisión manual de 5 marchas. Unidad recibida con: 25.611 km.
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Chevrolet
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