Hace pocos días, dio la vuelta al mundo un video de una mujer de origen oriental que se volvía loca en un aeropuerto por haber perdido un vuelo.
Pataleaba y gritaba como un niño caprichoso, y eso logró que las imágenes tuvieran millones de visitas.
Ahora vamos a comentar una situación similar que se desarrolló en un concesionario automotor de Japón, donde una mujer subió a uno de los coches allí expuesto, arrancó el motor, y pretendía irse andando.
viernes, 15 de mayo de 2009
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