GTA, una empresa española, lanzará en agosto su gran deportivo y podría devolver a la industria automovilística española al lugar de prestigio y fama que tuvo en la primera mitad de siglo XX con los lujosos Hispano-Suiza y en los años 50 con los deportivos Pegaso.
Los eruditos del automovilismo de competición ya habrán oído hablar de GTA Motor, un equipo valenciano con grandes éxitos en los últimos campeonatos de F3 y GT, y que comenzó en 1994 en diversas copas monomarca. Pero si buenas escuderías de competición hay unas cuantas, que se atrevan a construir su propio coche -y que además sea de este elevadísimo nivel- ya no hay tantas; mejor dicho, no hay o no ha habido casi ninguna.
Domingo Ochoa y Sento Pallardó son los principales responsables de este apasionante proyecto, el cual ya está en marcha, pues los GTA 01 ya están en fase de producción. Se tiene previsto construir 99 ejemplares, y los primeros terminados se esperan para agosto, quizá coincidiendo con el Mundial de F1 en Valencia. Eso sí, su precio andará en la órbita de los Koenigsegg y de los Pagani, es decir, sobre el medio millón de euros.
Se distribuirá a los cinco continentes y presumirá de un ramillete de elementos tecnológicos de lo más avanzado: frenos cerámicos, chasis de fibra de carbono, kevlar y titanio, techo panorámico, elementos aerodinámicos móviles, caja de cambios secuencial y diferencial de deslizamiento limitado entre otras cosas. Su motor, colocado longitudinalmente y en posición central-trasera, es un V10 biturbo que superará ampliamente los 600 cv. Es de propulsión trasera y su equipo de neumáticos alucinante: 265/35 ZR19 delante y 335/35 ZR20 detrás. La velocidad máxima será de más de 340 km/h.
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