Autos ecologicos en el Salon de Paris

Los fanáticos de los autos encuentran lo que quieren ver en el Salón Mundial de París 2008 -además de autos, claro-: promotoras de onerosas curvas, pantallas gigantes (con imágenes de chicas y autos, qué si no) y mucho merchandising para garronear o comprar. La Porte de Versailles no es un predio ferial, lugar de las afueras de la city que hasta el 19 de octubre será el epicentro de la industria; se trata, por sus dimensiones, de una verdadera ciudad.

"Para recorrer este Salón del Automóvil a fondo -dice uno de los organizadores- necesitás al menos una semana". Y no exagera. Aquí todas las marcas se disputan la atención del planeta tuerca, con lanzamientos rimbombantes (90 estrenos mundiales en total) y con stands que parecen salidos de una película de ciencia ficción de los ochenta (súper iluminación blanco hueso, voces neutras saliendo de los parlantes y más pantallas gigantes).

Ayuda a la idea futurista, clásico de los salones de automotores, gran parte de los modelos presentados: muchos prototipos metalizados que, de tan aerodinámicos, parecen estar andando aún parados.


El stand de Volkswagen, por ejemplo, es prácticamente una cuadra; incluye restaurante gourmet, sala de prensa y de conferencias. En el del Smart, auto electrónico furor en Europa, se sirve comida macrobiótica y propone una especie de Scalextric manipulada con joysticks de la Wii. El de Fiat, es un Fiat 500 gigantesco... Se sabe, en el mundo de los autos, todos juegan a ver quién tiene la superficie cubierta más grande.


La tecnología es otro de los pilares del encuentro. Pruebas de manejo virtuales en simuladores, computadoras touch screen por todos los rincones y hasta puede verse a visitantes voluntarios (y voluntariosos) ser sacudidos en giros de 360 grados dentro de vehículos de una casa de productos de seguridad vial.


Los periodistas especializados en autos suele ser gente bastante obsesiva; se han visto hombres de la prensa japonesa tirarse debajo de un Audi en exposición para sacar fotos a los amortiguadores, o vaya uno a saber qué. Un ritual se repite cada media hora: los enviados especiales se aglomeran alrededor de un auto tapado con una cortina, aparece alguna chica bailando alrededor, una autoridad dice algunas palabras y tiran el cortinado. Todos los estrenos son iguales. Los periodistas aplauden con la misma pasión con la que los veraneantes de Punta del Este celebran las puestas de sol.


Las chicas lindas no faltan. Algunas sin razón aparente, se bambolean frente a los modelos estrenados (por ejemplo, el flamante Lexus descapotable IS 250c) aunque en ese momento no estén las cámaras ni los flashes.
Ver fuente