La espectacularidad ha estado presente como siempre a pesar de la crisis que azota al sector. Destacar proyectos como el fino ejercicio de estilo realizado por Caccia Custom Cars y su Ghepardo, el dorado bólido que se puede contemplar en las fotos adjuntas.
No han faltado tampoco proyectos un tanto locos como un Ford de 1934 con un motor V8, o un Fiat 500 del 59 con 725 CV. Curiosidades un tanto llamativas y rocambolescas como el Chevrolet Impala aerografiado con motivos de la serie de animación Bob Esponja, o la típica preparación custom sobre un Ford Fairlane del 64.
Lógicamente también han acudido los típicos monstruos devoracaminos, como el Rally Fighter de Local Motors, una especie de muscle car con ruedas de tractor, realmente espectacular, o la presentación del Jeep Lower Forty, con unas descomunales ruedas para atravesar cualquier terreno por complicado y escarpado que sea.
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